sábado, 23 de noviembre de 2013

Región de Los Lagos

Se ubica entre los 40º15' y los 44º14' de latitud sur, y desde el límite con la República Argentina hasta el Océano Pacífico. Las características del relieve de la Décima Región presentan una gran cantidad de procesos y formas orográficas. Los diferentes agentes que actuaron en el pasado, especialmente los hielos y la actividad volcánica, originaron la mayoría de las formas que encontramos en la actualidad. Es por esta razón que hoy la región se encuentra dividida en dos sectores diferentes: Puerto Montt al norte con formas fuertemente influidas por los aspectos lacustres y la otra mitad al sur de la región, con islas y canales. El clima que presenta esta región es templado oceánico o lluvioso, con la ausencia de período seco.
Llanquihue: Se sitúa junto al lago homónimo, frente al volcán Osorno, a 27 kilómetros de Puerto Montt, entre las localidades de Puerto Varas y Frutillar. Su nombre significa “lugar hundido, sumergido”. Se accede a ella a la altura del kilómetro 1.000 de la Carretera Panamericana de Chile, oficialmente llamada ruta 5 Sur. Por bus, hay frecuencias diarias desde Puerto Montt cada 10 minutos. La tranquilidad y la paz reinan en esta ciudad lacustre. Desde los cerros aledaños se obtienen panorámicas fantásticas de los volcanes, el lago y las pendientes con sus praderas verdes. Las principales actividades de la ciudad de Llanquihue son la agroindustria, la agricultura, la ganadería y el turismo. Los primeros colonos en asentarse en la zona fueron inmigrantes alemanes, quienes dejaron su impronta en la arquitectura y la organización urbanística. La comunidad alemana continúa con sus tradiciones más de un siglo después de haberse radicado sobre las márgenes del lago. La Fiesta de la Cerveza es uno de los ejemplos más claros. Desde Llanquihue se puede hacer “la vuelta al lago Llanquihue”, un tradicional circuito al que se accede a través de cualquiera de las ciudades ribereñas. Son 186 kilómetros en total, de los cuales más de la mitad están pavimentados. También se puede visitar el parque nacional Vicente Pérez Rosales, ubicado a 60 kilómetros, luego de atravesar Puerto Varas. Es el parque nacional más antiguo del país y cuenta con grandes extensiones de bosque nativo y cascadas coronadas por los volcanes Osorno, Puntiagudo y Tronador. Se pueden realizar diferentes actividades como el senderismo, la pesca y la observación de fauna.
Quellón: En la región austral de la isla de Chiloé, al sur de los lagos Huillinco, Cucao y del estero Compu, la pequeña localidad de Quellón debe su nombre a la compañía Destilatorio Quellón, que se instaló en la zona en los primeros años del 1900. Pionera en la elaboración de acetona, alcohol metílico y carbón, la construcción de su puerto y de la planta industrial le dio vida a la comuna y en 1906 sus habitantes estables lograron se la reconociera como ciudad. Ubicada a 86 kilómetros de su vecina Castro, Quellón posee la singularidad de dar inicio a la Carretera Panamericana, que une las tres Américas luego de cruzar 11 países con un total de 20.000 kilómetros. Uno de los paseos imperdibles para el visitante es recorrer la costanera local, así como detenerse en los distintos puestos de la feria fluvial, conocer sus antiguas iglesias o realizar un paseo en lancha por las distintas islas y canales que rodean esta ciudad. Quellón es punto de embarque de los transbordadores que van a Chaitén y Puerto Aysén; su puerto recibe el producto de la recolección de mariscos de toda esa franja. Por esto motivo, el visitante puede degustar los mejores platos del mar en cualquiera de sus puestos o restaurantes. Las Termas del Amarillo son otro de los destinos preferidos por quienes visitan la ciudad. Desde Quellón, se debe cruzar a Chaitén en el transbordador y a 62 kilómetros se encuentra el lago Yelcho, donde están las famosas termas. Otro de los atractivos imperdibles es salir de la ciudad y llegar en automóvil hasta las localidades de Punta Lapa, Yaldad y conocer la playa hermosa que posee la localidad de Chaiguao. Un recorrido de todo el día que nos permite conocer los alrededores de la ciudad.
Ancud: Desde los primeros asentamientos, Ancud sacó provecho de su ubicación privilegiada. Fue puerto y fuerte español; la consolidación del comercio con el resto de Chile la hizo conocida como la mejor vía de comunicación naval entre la isla y el continente. El comercio maderero tuvo su mayor impulso a finales del siglo XIX, lo que atrajo a colonos de Europa. Si lo que se quiere es conocer la historia de la ciudad, la mejor propuesta es entrar al Museo Regional de Ancud, que exhibe un patrimonio que habla de la identidad del archipiélago de Chiloé. Entre otros atractivos, se encuentran la península de Lacuy, con el faro Corona, el pintoresco islote Doña Sebastiana y la costa baja de Carelmapu. De fondo, los volcanes Calbuco y Osorno le dan majestuosidad a este escenario. Ancud, junto a la isla de Chiloé, es un paraíso marino.
Castro: Se sitúa en la provincia de Chiloé, sobre la ribera este de la isla homónima, entre el estuario del río Gamboa y el estero de Ten-tén. Se accede a la Isla Grande de Chiloé siguiendo la Carretera Panamericana Sur hasta Puerto Montt y luego tomando el servicio de transbordadores para cruzar el canal de Chacao. La característica de la ciudad de Castro la dan los llamados palafitos, casas construidas sobre pilotes de madera emplazados en la ribera del mar. Ofrecen coloridas postales al visitante. La principal actividad de la localidad es la pesca, complementada con la agricultura que se desarrolla en la península de Rilán. Además, se desarrolla la actividad maderera, industria que le da un gran impulso a la economía local. Cercanas a la ciudad de Castro se encuentran las playas de Quento, Tongoy y Yutuy, usadas por la población como balneario. La comuna cuenta con las iglesias de Castro, Rilán, Nercón y Chelín, que fueron declaradas Patrimonio de la humanidad por la UNESCO. La ciudad de Castro también cuenta con el Parque Municipal, donde se celebran diferentes festividades y ferias. Si el viajero desea obtener preciosas vista de la localidad, se puede acceder al cerro Millantuy, lugar en el que se emplaza un monumento a la Virgen María. Hacia el este de Castro, entre el golfo de Ancud y el de Corcovado, se encuentran numerosas islas de diverso tamaño como Caucahué, Buta-Chauques, Meulin, Quenac, Cahuache, Quinchao, Lemui, Quehui, Chulin, Apiao, Chaulinec, Talcau, Tranqui, Cailin, Laitec, Coldita y San Pedro, entre otras.
Puerto Montt: Es la capital de la X Región de Chile y una de las ciudades más conocidas del país por la naturaleza de sus alrededores. Predominan los bosques y lagos, los estuarios e islas, y principalmente los volcanes. Su estuario, bautizado Reloncavi, rodea los distintos sitios de interés que posee esta ciudad costera, a la que se ingresa a través de la Carretera Panamericana. En las inmediaciones de Puerto Montt se encuentran varias caletas, que sirven de escenario perfecto para la industria salmonera, desarrollada junto a distintos emprendimientos turísticos. El fanatismo por el salmón se manifiesta en los puestos de venta y en los restaurantes del puerto local. Basta con caminar por la costanera para encontrarnos con distintos muelles que llaman la atención del visitante: el Club de Yates, el puerto local, la caleta Angelmó y enfrente la isla Tenglo, famosa por su curanto. El Mercado de Mariscos y Pescados es una de las perlas de esta ciudad. Abundan en él los pequeños puestos para comer al paso o sentado, donde se pueden disfrutar cholgas, vieras, machas, locos y picororos, entre otras delicias del mar. Al parque nacional Alerce Andino se llega tomando la Carretera Austral. En él descansan las últimas hectáreas del bosque milenario que antes abundaba a lo largo de toda la cordillera y que hoy es un paseo clásico cuando se disfruta una estadía en la ciudad.
Frutillar: Situada en la Región de los Lagos, sobre la ribera oeste del lago Llanquihue. Se encuentra a 25 kilómetros de Puerto Varas, a 19 de la localidad de Llanquihue y a 1.000 de la ciudad de Santiago. Para llegar a Frutillar se debe recorrer la Autopista de los Lagos o ruta 5 hasta el kilómetro 1.000 y luego tomar la circunvalación. Las primeras casas de la ciudad fueron construidas alrededor de la bahía por los primeros habitantes, todos dedicados a las actividades agrícolas y ganaderas. Frutillar está situada entre Puerto Montt y Osorno, lo que favoreció el comercio local y la prosperidad de la villa. Luego se asentarían las primeras familias de inmigrantes germanos, que dejaron una profunda huella en las tradiciones y la arquitectura del lugar. La ciudad posee una costanera poblada de antiguas casas de arquitectura alemana y un club de yates para los amantes de las actividades náuticas. También deleitan las vistas que ofrece el lago Llanquihue rodeado por los volcanes Osorno, Puntiagudo, Tronador y Calbuco. La gastronomía de Frutillar es un capítulo aparte. Las tradiciones gastronómicas alemanas han encontrado un lugar ideal en la región de los lagos; el viajero puede probarlas en las diferentes casas de té. El Museo Colonial Alemán es otro de los atractivos de la ciudad. Este parque-museo de antiguos árboles, jardines y lagunas es el vivo homenaje a las primeras familias alemanas que se asentaron en la zona a mediados del siglo XIX. La mayor parte de los objetos del museo fueron donados por familias locales. El Parque Nativo Forestal es una de las excursiones imperdibles. Creado con el fin de preservar las especies de arbustos y árboles del bosque nativo, el parque, también llamado Bosque del recuerdo, se mantiene gracias al aporte de la Universidad de Chile a través de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. Del 27 de enero al 5 de febrero la ciudad se viste de fiesta con a Semana Musical de Frutillar, principal evento turístico de la ciudad. Quien desee unas vacaciones de relax y paz, encontrará en Frutillar un lugar excepcional para disfrutar de sus fabulosos lagos y volcanes, y de una exquisita gastronomía.
Chaitén - Futaleufú: Hace miles de años, el volcán Chaitén tuvo una erupción similar a la actual, la cual dejó un gran talud de sedimentos volcánicos sobre las costas montañosas del océano Pacífico y formó con su arena volcánica un pequeño valle, donde comenzó a crecer la ciudad de Chaitén. En la madrugada del 2 de mayo de 2008, el volcán Chaitén, situado en la X Región de Los Lagos en Chile, a 10 kilómetros de la localidad del mismo nombre, entró en erupción. Aunque se conocía su existencia como unidad geomorfológica y estaba identificado como tal en la cartografía, su historia eruptiva es un misterio. El volcán provocó temblores y el desplazamiento de un enorme alud de arena y ceniza. Arrasó con la pequeña ciudad, desbordó el cauce natural del río Blanco y buscó como destino final las aguas del océano Pacífico. En su avance, el alud empujó hacia el mar una parte de la ciudad. La otra parte fue cubierta por la arena y la ceniza volcánica. Chaitén había sido pensada y diagramada para el futuro, con sus anchas y modernas avenidas y su cuidada costanera; quedó bajo los materiales naturales que expulsó el volcán. La nube de cenizas y la expulsión de rocas llevaron a que las autoridades chilenas ordenaran la evacuación total de la zona. El operativo incluyó las localidades de Chaitén y Futaleufú, que gracias a la rápida evacuación no tuvieron que lamentar víctimas. Si bien lo peor ya pasó, las autoridades creen que el fenómeno podría repetirse en décadas posteriores, de allí que por el momento la idea es que Chaitén no vuelva a ser poblado. Lo positivo es que en la actualidad el turismo continúa creciendo en la zona y esto se manifiesta en las localidades de Santa Bárbara y Puerto Cárdenas, donde muchos preguntan si hay alojamiento. Las actividades que antes se realizaban, como trekking, pesca y rafting, continúan realizándose con total normalidad y son muchos los que a modo de atractivo turístico comienzan a interesarse por los daños que provocó el volcán, lo cual significa que Chaitén se ha convertido en un nuevo atractivo turístico. Lo invitamos a que conozca por nuestra galería de fotos cómo era Chaitén antes y cómo es después de la erupción del volcán. Y si viaja por la región, no dude en disfrutar de los muchos atractivos turísticos que hoy, con total normalidad, se siguen ofreciendo.
Osorno - Puyehue: A 913 kilómetros de Santiago de Chile y a 260 de San Carlos de Bariloche (Argentina), Osorno ofrece al visitante una variada gama de actividades urbanas y recreativas, además de la belleza del río Rahue. La ciudad abarca un área que involucra las poblaciones de La Unión y Río Bueno por el norte, y Río Negro y Purranque por el sur. Durante los años de la construcción de la ciudad, la influencia de la colonización alemana se hizo notable. La Casa de la Cultura José Guadalupe Posada es un lugar que merece conocerse para entender cómo era todo en aquellos años. Basta con abrir sus puertas y recorrer sus salas para viajar al pasado. Si de naturaleza se trata, Osorno hace evidente las bondades de la Patagonia chilena. En sus alrededores, dentro del parque nacional Puyehue, se encuentra el complejo invernal Antillanca, a 98 kilómetros. A tan solo 70 kilómetros de la ciudad se encuentran también las famosas termas de Puyehue, para muchos las más extraordinarias de toda la Región de Lagos del sur de Chile. Estas características hacen de Osorno-Puyehue un lugar ideal para disfrutar con la familia durante todo el año, hecho que la erupción del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle ocurrida los primeros días de junio de 2011 no ha alterado.

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