viernes, 22 de noviembre de 2013

San Pedro de Atacama

Oasis declarado zona típica, ubicado 105 kilómetros al este de Calama. En época prehispánica fue centro de la cultura atacameña y posteriormente una importante avanzada de la conquista española. Es conocido a nivel mundial por su afamado arqueológico fundado por el “R.P. Gustavo Le Peige”.
Sus principales atractivos son:
Valle de la Luna: Localizado en la depresión que rodea Sierra Orbate a 2550 metros por sobre el nivel del mar, los innumerables atractivos visuales que posee son producto de la erosión eólica que ha conformado un esculpido paisaje con crestas filosas, hondonadas y montículos.
Geyser del Tatio: Localizados a 4320 metros por sobre el nivel del mar, Geyser del Tatio alcanzan temperaturas de 85º C y proporcionan al turista un peculiar espectáculo en medio del desierto; pueden alcanzar hasta 7 metros de altura.
Reserva Nacional Los Flamencos Con una superficie de 73986 hectáreas, la Reserva Nacional Flamenco cuenta con diversos atractivos para los visitantes, tales como montañas, salares, formaciones rocosas, lagunas, zonas arqueológicas y flora y fauna nativa.
Baños de Puritama: Localizados a 3500 metros sobre el nivel del mar, la fuente termal cuenta con minerales que hacen posible el baño terapéutico para quienes disfruten de la calidez de sus aguas y de la belleza del paisaje.
Pukará de Quitor: Monumento Nacional y vestigio de la arquitectura preincaica, el Pukará de Quitor es una fantástica construcción de piedra ideado con propósitos defensivos. La fortaleza que monta un cerro, fue construido en el siglo XII por la población agraria denominada “Ayllu de Quitor”, anterior al periodo hispano.
Toconao: Característico por las construcciones de roca con origen volcánico, el poblado es un paso obligado para visitantes de todo el mundo. Toconao es el perfecto atractivo para quienes disfruten de las singularidades que ofrece la zona. Entre las múltiples alternativas que ofrece al turista, la arquitectura es la más importante en donde destaca la iglesia, la plaza y el campamento de San Lucas. No obstante, la agricultura y la artesanía son la principal fuente de trabajo para sus pobladores, esta última conocida por la confección de artefactos en piedra volcánica.
Aldea de Tulor: Fue sin duda un importante centro poblacional en el 2800 antes de Cristo. Lo que antiguamente contó con alrededor de 200 habitantes, hoy es un museo que recuerda a una aldea sepultada por arena. La reproducción cuenta con viviendas de la época, construidas de barro y rodeadas de murallas y vías de intercomunicación asentadas sobre canaletas que le atribuyen el carácter de bóveda.
Socaire: Localizado en la segunda región a 3500 metros por sobre el nivel del mar, Socaire no debe su importancia tanto como principal mirador del salar, sino que también a su artesanía. Los tejidos tradicionales de lanas de ovinos y camélidos, son un ejemplo de ello.
Lagunas Miscanti y Miñiques: Ubicadas a 4 mil metros por sobre el nivel del mar, las lagunas estan inmersas en medio de un mágico escenario natural sitiado por altas cumbres. Además de un maravilloso paisaje, el circuito de las lagunas Miscanti y Miñiques hace posible la contemplación de una avifauna de flamencos o parinas y de la práctica de varias actividades deportivas.
Museo Gustavo Le Paige: Con 450 mil registros arqueológicos y cien etnográficos, el recinto destaca la evolución cultural desde 15 mil años antes de Cristo mediante la exhibición de metales preciosos, alucinógenos, tejidos, placas grabadas, cerámicas, entre otros.

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